viernes, 7 de agosto de 2009

Catalunya

Tierra desconocida llena de "art", cosmopolita por exceso y under. Manifiestos del arte son los patronos de esta región de la madre patria, arquitectos a lo Gaudí coronan las calles con su intento de recreación de mar, palacios olvidados, laberintos y barrios con particularidades que hacen flipar.
Un gótico mejor que la famosa facultad de ingeniería en ruinas de la Av. Las Heras, con construcciones lúgubres, casas altas, veredas angostas, pasadizos secretos y la catedral del mar. Plaza céntrica que reúne bares, calles que se pierden y que nunca se pueden volver a encontrar. Arte... y museos, estatuas vivientes que compiten por ver cuál es la más original, barrio de putas con “pakis” que venden cervezas por las veredas. Ay Barcelona, qué cuidad!! Pasaje mítico que desemboca en el mar... bares españolisimos donde se venden dos bocatas y te regalan una cava. Arcos, plazas, mamuts, zona bohemia con barcitos y cines retro. Seguimos por el pasaje Gaudi y reaparecemos en la Iglesia sin acabar que en sus cúpulas acumula bocadillos de mar, y del otro lado, ¿se puede pedir más? el Hospital, que se asemeja a un templo moderno y no a un hospital. Pero no sólo incluye mar... las montañas rodean la ciudad.
Quizá como centro metafísico de arte y naturaleza este lugar es más de lo que todos podemos pedir. Pero tiene un par de deficiencias:
En vez de decir "nos vemos más tarde", dicen "hasta ahorita"... en vez de decir "después vemos", dicen "luego te digo algo". El vale en vez del dale, el venga en lugar del ok... ya ni me sorprenden. Hay expresiones que me hacen elevar...
Capaz uno está contando una historia relevante... y los interlocutores se limitan a decir: "qué dices...", "qué haces...", "qué fuerte"... si es en catalán sería algo así como "qué fort"... pero estas frases me molan, no están mal.
Y la mera manera de hablar no es EL PROBLEMA, ostia puta! lo que realmente pasa es que tienen el corazón helado, lo congelaron en la nevera y no hay candor que lo derrita. Las relaciones son frías... no hay demostración. Uno se conoce con el otro, hay buena onda, está todo bien... pero los teléfonos no vuelven a sonar, todo queda diluido, volando en las redes telequinéticas.
Y está bien! El catalán habla catalán y punto, no importa que vos no lo hables... Cataluña no es España afirman con certeza. Viven aislados y felices, son prácticos, no entienden porqué la gente recurre al terapeuta, y nos ven a nosotros como personas que saben relacionarse, tienen labia, saben vender y son muy confiados.
Nos admiran por eso, pero no pueden imitarnos. (12/11/07)

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