viernes, 7 de agosto de 2009

La llave

Instalada ya en lo que se convertiría en su casa, la niña andaba necesitando enseñanzas:no te olvides la toalla gritaban por ahí, no estaría mall llevar un peine le vociferaba su consciencia. Sin embargo uno aprende con el tiempo y la mala suerte. Eso al menos le pasaba a ella. Era un mundo nuevo y no se parecía al cuento de hadas que todos nos hacemos al pensar en el exilio, era diferente a lo que cada imaginario común hace cuando piensa en la distancia.Todas las tareas olvidadas por sus sentidos tenían que hacerse presentes. Sus déficit se multiplicaban al unísono, sus falencias eran más estridentes y la suerte había dejado de ser autóctona del destino, por fin había comprendido que la suerte la hace uno, la busca, la palpa. Era de noche ese día, era su primera experiencia: dormir sola en Barcelona en un departamento ubicado en Sagrera, no tan en el centro, sin su conviviente, sola... sola con un gato entrometidamente hermoso pero sola al fin. El reloj marcaba las 11, aprovecho para ir a llamar a su familia, necesitaba un poco de aliento para esa noche. Cruzó Avenida Meridiana, ancha y diagonal, el pakistaní pareciera estar esperándola. Habló por tel hasta que se dio cuenta que era más mejor conseguir una tarjeta barata, iba a ser más redituable, la compró. Cruzó la calle lentamente para no morir de pie y cuando llegó al departamento sacó su llave y no pudo abrir, intentó una vez, dos, tres... mil y nada la puerta no se abría, volvió a mirar si era o no el lugar, capaz había confundido la puerta pero no, era esa puerta. Era esa misma puerta y su llave no respondía, ya eran las 12 y algo, no conocía el barrio, no sabía el móvil de su amiga, estaba empezando a creer que la noche se hacía tácita y que estaba perdida. Intento una última vez pero vio un personaje extraño haciendo circunferencias a su alrededor, creyó que lo mejor era caminar para pedirle auxilio quizá a la única persona que podía socorrerla: su amiga. Preguntó dónde se encontraba la calle Provenza, como era de esperar nadie sabía, trató de elegir personas mayores, le indicaron la parada del bus nocturno. Corrió para cogerlo pero ya había arrancado y pasan cada 25 minutos, el semáforo se puso en rojo y a lo Forrest Gump lo alcanzó, el chofer no sólo le abrió la puerta y le avisó dónde tenía que bajar sino que también le cambió el pase de bus y metro que como estaba doblado no funcionaba. Descendió en Meridiana y un Hotel. Volvió a atravesar la Avenida, vio a un grupo de motoqueros, era de noche y no sabía dónde estaba parada. Encontró un teléfono público pero no recordaba el número de su amiga, llamó a su hermano y le relató la situación -quería compartir su terror-. Se calmó y le preguntó a una chica por la calle Provenza, no tenía idea. Vio un taxi a lo lejos y le repregunto por el lugar en cuestión, le dijo que tenía que volver al Hotel, era un Carrusel, daba vueltas en círculo y pensaba en porqué Barcelona se estructura como un hexágono y no como un cuadrado. Se instaló en el Hotel, y buscó Mallorca (que la guiaría hasta Provenza) era oscuro, calles de piedra que se cruzaban y recruzaban entre sí, majos sentados fumando cigarrillos y observándola al acecho, ella caminaba y trataba de no llorar. Había pensado seriamente en sentarse a llorar, pero le pareció que iba a perder energía. Dio más vueltas y llegó a una peatonal, vio otro taxi y corrió hacia el: "por favor señor, la calle Provenza". Es a una cuadra por este lado, caminó rápido por esa peatonal desnuda con bicicletas muertas y sonidos lejanos en lenguas extrañas, miraba al frente como si supiera su paradero y su destino. Llegó. Provenza se hizo presente y con ella, la casa de su amiga, gritó por la ventana, no tenía timbre... en pijama su amiga la miró desde arriba, le tiró las llaves. Subió extasiada, no podía creer estar ahí. Su amiga y la madre se vistieron y emprendieron la vuelta, llegaron más rápido de lo que se imaginaba, era cerca pero la estructura hexagonal convierte el cerca en sideral. Apenas colocó la llave en la puerta, el cerrojo giró y abrió con facilidad. (21/08/07)

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